Rizq son las necesidades de vida que Allâh Ta’âlâ proporciona a los seres vivientes para sustentar sus vidas. Sin embargo, uno elige ganar su Rizq, con su propia voluntad, ya sea por medios permitidos o prohibidos y Allah Ta‘âlâ lo proporciona de acuerdo con su propia elección. Por lo tanto, si uno elige recibir su Rizq a través de medios prohibidos, es totalmente responsable de hacer mal uso de su libre albedrío (y por lo tanto de cometer pecado).
Buscar Halal significa ganarse el sustento para no mendigar a la gente o no necesitar a nadie es un acto Fard (obligatorio) que viene después de los otros Fard Ibâdahs (actos de adoración). La intención al buscar sustento no debe ser acumular riqueza. Los profetas (alayhimus salâm) se ganarían la vida mediante algunas artesanías u otras ocupaciones permitidas.
Es Sunnah buscar el Rizq en las primeras horas de la mañana. A este respecto, el Rasûlullâh (sallallâhu alayhi wa sallam) dijo: “Comience a buscar Rizq temprano en la mañana porque habrá Barakah (bendiciones) y éxito en la mañana”.
Mientras buscan el Rizq, los musulmanes no deben recurrir a medios que puedan causar que descuiden el Dhikrullâh (recuerdo de Allâh) o el Akhirah (de ahora en adelante), y no deben ser demasiado codiciosos que puedan afectar su Warâ‘ (abstinencia del Haram).
El sustento que Allah Ta’âlâ había decretado no aumentará a través de la avaricia. El Rasûlullâh (sallallâhu alayhi wa sallam) dijo: “En verdad, Rizq sigue y encuentra a una persona tal como lo hace el momento señalado para su muerte”.
En el primer verso de la Sura al-Mutaffifin, Allâh Ta’âlâ dice: “¡Ay de los defraudadores!”
Los musulmanes no deberían engañar a la gente en los acuerdos comerciales. Además, no deben prestar juramento, sea verdadero o falso, de vender sus mercancías. Nunca deben intentar hacer trampa en sus operaciones ni mezclar nada Haram con sus ganancias. No deben ocultar los defectos de sus productos a sus clientes.