Si se recita “Bismillah Allahu Akbar” mientras se sacrifican los animales, la carne se vuelve halal para consumir. Al cortarles la garganta, sale la sangre sucia del animal, dejándolo limpio.
Con Qurbani hay una fiesta para los siervos de Allah (s.w.t). Hay devoción por la causa de Allah (s.w.t) al realizar el Qurbani. Es una forma de mostrar gratitud por las muchas bendiciones que Allah (s.w.t) nos ha dado, para acercarnos a Allah, obtener recompensas y también actúa como una barrera contra los problemas.
Cada día se sacrifican cientos y miles de animales en todo el mundo. Pero sólo aquellos que tienen la riqueza y los medios pueden beneficiarse de esto. Con el Qurbani, los pobres y necesitados también pueden beneficiarse de su carne y piel. En lugar del beneficio individual, tiene prioridad el beneficio de la comunidad.
Al sacrificar Qurbani, el número de animales sacrificados no aumentará mucho. Debido a que habrá mucha gente realizando Qurbani, muchos carniceros no sacrificarán animales para vender su carne debido a que la gente tiene la suya propia.
No es un juicio justo que la gente critique el sacrificio de animales una vez al año por la causa de Allah y se contente con sacrificar muchos más animales cada día para el placer y el lujo del hombre.
En resumen, Qurbani ha sido ordenado porque tiene muchos beneficios religiosos, morales y sociales. Es impensable que una persona capaz no lo reconozca.
Es Sunnah buscar el Rizq en las primeras horas de la mañana. A este respecto, el Rasûlullâh (sallallâhu alayhi wa sallam) dijo: “Comience a buscar Rizq temprano en la mañana porque habrá Barakah (bendiciones) y éxito en la mañana”.
Mientras buscan el Rizq, los musulmanes no deben recurrir a medios que puedan causar que descuiden el Dhikrullâh (recuerdo de Allâh) o el Akhirah (de ahora en adelante), y no deben ser demasiado codiciosos que puedan afectar su Warâ‘ (abstinencia del Haram).
El sustento que Allah Ta’âlâ había decretado no aumentará a través de la avaricia. El Rasûlullâh (sallallâhu alayhi wa sallam) dijo: “En verdad, Rizq sigue y encuentra a una persona tal como lo hace el momento señalado para su muerte”.
En el primer verso de la Sura al-Mutaffifin, Allâh Ta’âlâ dice: “¡Ay de los defraudadores!”
Los musulmanes no deberían engañar a la gente en los acuerdos comerciales. Además, no deben prestar juramento, sea verdadero o falso, de vender sus mercancías. Nunca deben intentar hacer trampa en sus operaciones ni mezclar nada Haram con sus ganancias. No deben ocultar los defectos de sus productos a sus clientes.